Maternal Mental Health Key to Cardiovascular Wellness

American Heart Association

Aspectos destacados de la declaración:

  • Es esencial que los profesionales de cuidados de salud examinen sistemáticamente a las mujeres embarazadas y en posparto para detectar depresión y ansiedad, aborden los factores de riesgo modificables y consideren intervenciones conductuales y farmacológicas para mejorar los resultados de salud materna a largo plazo.
  • Los equipos de atención multidisciplinarios, que incluyen psicólogos y otros profesionales de la salud conductual, son importantes para supervisar y brindar el apoyo de salud mental adecuado durante el embarazo y después del parto.
  • La nueva declaración científica aparece en una edición especial de Go Red for Women® de la revista científica de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón), que se publicará el 25 de febrero de 2025, en reconocimiento al Mes del Corazón en Estados Unidos 2025.

Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m. CT/5:00 a. m. ET del martes, 25 de febrero de 2025

DALLAS, 25 de febrero de 2025 — La integración de evaluaciones y tratamientos de salud psicológica de rutina durante y después del embarazo (sitio web en inglés) puede reducir el riesgo de resultados adversos del embarazo y mejorar la salud cardiovascular materna, según una nueva declaración científica publicada hoy en una edición destacada de Go Red for Women® de la revista científica de la American Heart Association (sitio web en inglés), una revista de acceso abierto y revisada por pares de la American Heart Association. Este número destacado se centra en la investigación sobre las diferencias de sexo en las enfermedades cardiovasculares y sus implicaciones para la atención.

La nueva declaración científica, "Optimización de la salud psicológica durante el período perinatal: Una actualización sobre la salud cardiovascular materna" destaca la necesidad de apoyar la salud cardiovascular materna incluido una evaluación integral de la salud psicológica durante el período perinatal (desde el embarazo hasta un año después del parto). Los problemas cardiovasculares son la principal causa de muerte materna. La nueva declaración resume la evidencia que asocia los problemas de salud psicológica con los resultados cardiovasculares adversos; destaca estrategias de gestión eficaces y modelos integrados de prestación de atención; e identifica los desafíos actuales y las direcciones futuras para mejorar los resultados de salud materna.

"Es fundamental que redefinamos la salud cardiovascular materna para incluir la salud psicológica, porque hay evidencia sólida sobre la asociación de la salud psicológica con los resultados cardiovasculares", dijo la presidenta del grupo de redacción, Garima Sharma, M.D., FAHA, Directora de Cardiología Preventiva y Salud Cardiovascular de la Mujer en Inova Schar Heart and Vascular en Fairfax, Virginia. "También reconocemos la importancia de brindar orientación a los médicos sobre cómo integrar la evaluación de la salud psicológica en el período perinatal y centrarnos en proporcionar un enfoque holístico con la interconexión de la mente y el corazón".

La salud psicológica y cardiovascular materna están relacionadas

La tasa de mortalidad materna en los Estados Unidos es dos o tres veces mayor que las estimaciones de otros países de altos ingresos y ha empeorado desde la pandemia de COVID-19, con disparidades significativas entre las personas de razas y etnias subrepresentadas. La tasa de mortalidad de las mujeres negras no hispanas que dan a luz es 2.6 veces mayor que la de las mujeres blancas no hispanas.

Los problemas de salud psicológica perinatal, como la depresión y la ansiedad, se encuentran entre las principales causas de mortalidad materna en los EE. UU. y están asociados con resultados adversos del embarazo y consecuencias cardiovasculares a largo plazo. La salud psicológica, a menudo utilizada indistintamente con la salud mental (sitio web en inglés), abarca el bienestar emocional, social y funcional y se ve afectada por factores como las condiciones de vida, los eventos traumáticos y los factores de estrés diarios.

Se estima que el 52 % de las mujeres en edad reproductiva informan tener antecedentes de algún problema de salud psicológica, y el 40 % de las que pertenecen a razas y etnias subrepresentadas experimentan ansiedad o depresión en el período perinatal.

Las personas con una salud mental subóptima pueden tener conductas de salud negativas (como mala alimentación, sueño irregular, poca actividad física, consumo de tabaco, alcohol o sustancias ilícitas o dificultad para seguir las recomendaciones médicas), que pueden afectar negativamente su salud cardiovascular. La salud psicológica materna también puede afectar el desarrollo neurológico y el bienestar del niño.

Detección de factores de riesgo para la salud psicológica

"El embarazo es un momento importante de la vida desde el punto de vista de la salud. Sin embargo, no se sabe cuántos profesionales de cuidados de salud comprenden la conexión entre la mente y el corazón (sitio web en inglés) y examinan y optimizan rutinariamente la salud psicológica durante el período perinatal. La detección de la salud psicológica antes, durante y después del embarazo debe utilizarse junto con la detección de la hipertensión arterial, la diabetes tipo 2 y otros factores de riesgo modificables de la enfermedad cardiovascular", afirmó Sharma.

Los factores de riesgo de problemas psicológicos incluyen violencia doméstica, trastornos del sueño, antecedentes personales o familiares de problemas psicológicos, encarcelamiento, servicio militar activo, condición de veterano, falta de apoyo de la pareja, desempleo, racismo y discriminación. Los resultados adversos en embarazos anteriores, incluidos abortos espontáneos, embarazos ectópicos y presión arterial alta durante el embarazo (sitio web en inglés), también son factores de riesgo de ansiedad y depresión perinatal.

La incorporación de evaluaciones regulares de salud psicológica en la atención perinatal implica capacitar a los profesionales de cuidados de salud para utilizar herramientas de evaluación de manera eficaz y establecer protocolos para la atención de seguimiento, incluida una evaluación integral e intervenciones apropiadas. Por ejemplo,los profesionales de cuidados de salud pueden utilizar el Cuestionario de Salud para Pacientes (PHQ-9) para detectar síntomas de depresión y ansiedad. Esta herramienta de detección universal ha sido eficaz para aumentar la conciencia y disminuir el estigma asociado con los problemas de salud psicológica.

La evaluación inicial de salud mental prenatal debe realizarse lo más temprano posible durante el embarazo y debe repetirse al menos una vez. Durante la visita obstétrica inicial, es esencial revisar la historia psicológica de la paciente y el uso de psicofarmacoterapias u otros tratamientos para identificar factores de riesgo de afecciones de salud mental.

"Durante el embarazo y el posparto, identificar e intervenir sobre los factores de riesgo modificables que aumentan el riesgo de depresión, como el aislamiento social, el apoyo insuficiente o nulo de la pareja, la depresión antes del embarazo y la mala calidad del sueño, puede mejorar la salud psicológica materna, así como la salud cardiovascular futura", afirmó Sharma.

Dado que los síntomas psicológicos pueden fluctuar con el tiempo, preguntar sobre el bienestar emocional (y el bienestar de la pareja, si corresponde) debería ser idealmente parte de cada visita prenatal o posparto.

Consideraciones para el manejo de la salud psicológica materna

Cualquiera sea el entorno y las circunstancias, la atención psicológica perinatal debe ser culturalmente sensible, apropiada al lenguaje y centrada en la familia. Debe implicar una toma de decisiones compartida con la paciente (y su pareja, si la paciente está de acuerdo), incluida una conversación completa de los posibles riesgos y beneficios de cualquier tratamiento ofrecido a la madre y al feto o recién nacido.

Al considerar el tratamiento farmacológico para la depresión o la ansiedad, la elección del medicamento debe basarse en la eficacia en el embarazo, la seguridad durante ese período, la seguridad durante la lactancia (si corresponde) y la consideración de las interacciones con otros medicamentos.

Como los medicamentos tienen posibles efectos secundarios tanto para la madre como para el niño, existe un interés significativo en las estrategias no farmacológicas para prevenir y tratar los síntomas de depresión y ansiedad durante y después del embarazo. Es posible que se prefiera el asesoramiento, las terapias cognitivo-conductuales, el ejercicio, las estrategias de manejo del estrés y otros métodos de tratamiento.

Los profesionales de la salud que brindan atención, como psicólogos, trabajadores sociales clínicos, psiquiatras, especialistas en medicina interna general y obstetras, deben trabajar en equipo y tener la capacitación y las habilidades adecuadas y trabajar en colaboración para brindar continuidad de atención a las pacientes y sus familias durante el embarazo y el posparto.

Oportunidades de mejora y necesidades futuras de investigación

Existen barreras para integrar la atención psicológica perinatal en la atención cardiovascular a nivel individual, del sistema de salud, de la comunidad, a nivel gubernamental y de políticas a lo largo del continuo de atención perinatal. Las barreras conocidas para abordar los problemas de salud mental perinatal incluyen el estigma, el temor de que los Servicios de Protección Infantil retiren al niño, las limitaciones de tiempo del médico, la falta de experiencia de este, los problemas de fuerza laboral y las preocupaciones relacionadas con el reembolso.

Es necesario crear modelos de prestación de servicios de salud para incentivar a los sistemas de salud y a los médicos a adoptar modelos de atención accesibles y basados en evidencia, centrados en la concientización, la detección y la optimización de la salud psicológica, mediante asociaciones con organizaciones comunitarias. Las iniciativas que podrían mejorar potencialmente los resultados y reducir las desigualdades raciales y socioeconómicas incluyen ampliar el reembolso para doulas, parteras y trabajadores de salud comunitarios.

Además, existe una necesidad crítica de investigación a largo plazo sobre la salud psicológica perinatal porque influye en la salud cardiovascular y otras enfermedades crónicas a lo largo de la vida del individuo. Al tener en cuenta las disparidades conocidas en la salud materna basadas en la raza, la etnia y los factores sociales de la salud, es necesario incluir a más personas de razas y etnias subrepresentadas en los estudios sobre la salud psicológica y cardiovascular materna. También se necesita más investigación relacionada con otros factores psicológicos además de la depresión, como la ansiedad, las experiencias adversas en la infancia, el trastorno de estrés postraumático y los factores estresantes psicosociales que afectan de manera desproporcionada o diferencial a las mujeres.

Esta declaración científica fue preparada por el grupo de redacción voluntaria en nombre del Comité de Enfermedades Cardiovasculares y Derrames Cerebrales en Mujeres y Poblaciones Subrepresentadas de la American Heart Association; el Consejo de Cardiología Clínica; el Consejo de Enfermería Cardiovascular y de Derrames Cerebrales; el Consejo de Radiología e Intervención Cardiovascular; el Consejo de Cirugía y Anestesia Cardiovascular; el Consejo sobre Enfermedades Cardíacas

Congénitas de por Vida y Salud Cardiaca en los Jóvenes; el Consejo sobre Estilo de Vida y Salud Cardiometabólica; el Consejo sobre Calidad de Atención e Investigación de Resultados; y el Consejo de Derrames Cerebrales.

Las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los derrames cerebrales, y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre el cuidado de salud. Las declaraciones científicas describen lo que se sabe actualmente sobre un tema y en qué áreas se necesita más investigación. Si bien las declaraciones científicas informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento. Las pautas de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) proporcionan las recomendaciones de práctica clínica oficiales de la Asociación.

Los coautores son el Vicepresidente Glenn N. Levine, M.D., FAHA; Allison E. Gaffey, Ph.D., FAHA; Afshan Hameed, M.D.; Nadine A. Kasparian, Ph.D.; Rina Mauricio, M.D.; Elisabeth Breese Marsh, Ph.D., FAHA; Dana Beck, Ph.D., M.S., M.S.N.; Jenna Skowronski, M.D.; y Diana Wolfe, M.D.. Las declaraciones de los autores se enumeran en el manuscrito.

La Asociación recibe principalmente financiación de personas particulares. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian eventos y programas específicos de la Asociación. La asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud, así como la información financiera general de la Asociación, están disponibles aquí (sitio web en inglés).

Recursos adicionales (en inglés):

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