Women With PVD Often Underdiagnosed, Undertreated

American Heart Association

Aspectos destacados de la declaración:

  • La enfermedad vascular periférica (EVP), una afección que afecta las arterias, las venas y el sistema linfático en todo el organismo, presenta diferencias significativas en cuanto a la incidencia, los factores de riesgo, el diagnóstico, el tratamiento y los resultados en las mujeres en comparación con los hombres.
  • Las mujeres con EVP suelen presentar síntomas sutiles o atípicos, lo que puede resultar en diagnósticos incorrectos o tardíos, y es menos probable que reciban los tratamientos recomendados por las directrices.
  • La realización de pruebas de detección específicas, las estrategias de tratamiento adaptadas y una mayor representación de las mujeres en los ensayos clínicos son las prioridades fundamentales para subsanar estas deficiencias y mejorar el pronóstico a largo plazo de las personas con EVP.

Prohibida su divulgación hasta las 4:00 a. m. CT/5:00 a. m. ET, del martes, 11 de marzo de 2025

DALLAS, 11 de marzo de 2025 - Las diferencias entre hombres y mujeres en la prevalencia, los factores de riesgo y los síntomas de la enfermedad vascular periférica (EVP) tienen un profundo impacto en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y los resultados para las mujeres, según una nueva declaración científica de la American Heart Association (la Asociación Americana del Corazón) publicada hoy en la revista insignia de la asociación, revisada por pares, Circulation.

"La enfermedad vascular periférica suele estar infradiagnosticada y poco estudiada en las mujeres", afirmó la Dra. Esther S.H. Kim, M.P.H., FAHA, presidenta del grupo de redacción de la nueva declaración científica. La Dra. Kim es presidenta distinguida de Izard Family en Medicina Cardiovascular, profesora de Medicina en la Facultad de Medicina de la Wake Forest University y directora del Centro de Salud Cardiovascular de la Mujer en Atrium Health, Charlotte, Carolina del Norte. "Aunque cada vez se reconocen más las diferencias en las enfermedades cardíacas entre hombres y mujeres, sigue faltando un enfoque equivalente en las enfermedades vasculares que afectan a los vasos sanguíneos fuera del corazón. Con el fin de mejorar la calidad de vida y prolongar la vida de las mujeres con EVP, es necesario realizar más investigaciones para identificar y abordar estas diferencias".

La declaración científica, "Sex Differences in Peripheral Vascular Disease" (Diferencias entre sexos en la enfermedad vascular periférica), resume los conocimientos actuales sobre las diferencias entre hombres y mujeres con EVP; destaca las diferencias en los factores de riesgo, la detección, el tratamiento y los resultados; y señala las principales prioridades de investigación para mitigar estas diferencias y promover la equidad en salud.

Resumen de las diferencias

La declaración destaca numerosas diferencias en los factores de riesgo, los síntomas, la detección, el tratamiento y los resultados de diversos tipos de EVP.

  • Enfermedad arterial periférica (EAP; sitio web en inglés): la EAP, una afección que reduce el flujo sanguíneo a las extremidades, es la forma más común de EVP, y afecta a hombres y mujeres en tasas similares en general. Sin embargo, es más probable que las mujeres no presenten síntomas o presenten signos atípicos de EAP y un mayor deterioro funcional en comparación con los hombres. Las mujeres con EAP tienden a caminar más lento y a recorrer distancias más cortas, lo que pone de manifiesto las limitaciones funcionales que suelen experimentar. También es menos probable que las mujeres con EAP reciban el tratamiento recomendado por las directrices o participen en programas de ejercicio supervisado. La EAP también es más prevalente en las mujeres negras, y tienen un mayor riesgo de EAP a lo largo de su vida (27,6%) en comparación con las mujeres blancas (19%), aunque a menudo tienen menos probabilidades de recibir los tratamientos recomendados basados en la evidencia, según la Guía de 2024 para el tratamiento de la EAP de las extremidades inferiores de la asociación (sitio web en inglés).
  • Enfermedad aórtica: las mujeres con aortopatías (enfermedades que afectan a la aorta [sitio web en inglés]) tienden a ser diagnosticadas a edades más avanzadas y presentan un cuadro más grave en comparación con los hombres. Aunque las mujeres tienen una menor incidencia de algunas enfermedades aórticas (como los aneurismas) debido al efecto protector de las hormonas de estrógeno, se enfrentan a un riesgo desproporcionadamente más alto de complicaciones graves, como la rotura de aneurisma y la mortalidad. En el ensayo sobre aneurismas pequeños (Small Aneurysm Trial) del Reino Unido, las mujeres presentaron tres veces más probabilidades que los hombres de sufrir la rotura de un aneurisma del mismo tamaño. Además, el 30% de las roturas de aneurisma en mujeres se produjeron con aneurismas más pequeños, frente al 8% en hombres. Estas disparidades no desaparecen con el tratamiento. Las mujeres que se someten a procedimientos mínimamente invasivos como la reparación aórtica endovascular torácica (TEVAR) se enfrentan a mayores tasas de mortalidad a corto y largo plazo y a un mayor riesgo de derrame cerebral después de la intervención. En los síndromes aórticos agudos (que incluyen disección, hematoma intramural [acumulación de sangre dentro de la pared aórtica] y úlcera aórtica penetrante), la mortalidad intrahospitalaria de las mujeres es del 30%, frente al 21% de los hombres. Las directrices de detección de aneurismas aórticos recomiendan umbrales de reparación más bajos para las mujeres (5,0 cm) que para los hombres (5,5 cm); sin embargo, es posible que estos umbrales no reflejen del todo los factores de riesgo exclusivos de las mujeres.
  • Aneurismas periféricos y trastornos arteriales: estas afecciones, entre las que se incluyen la displasia fibromuscular y el síndrome de Ehlers-Danlos vascular (SEDV), varían en su frecuencia y resultados entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la displasia fibromuscular es 5-9 veces más frecuente en mujeres que en hombres, mientras que los aneurismas de la arteria poplítea (detrás de la rodilla) se producen unas 20 veces más a menudo en hombres.
  • Arteriopatía carotídea aterosclerótica extracraneal: la composición de la placa carotídea en el cuello y el cerebro y su repercusión en el riesgo de derrames cerebrales, junto con las opciones de tratamiento y los resultados, también son diferentes en el caso de las mujeres. Los factores de riesgo relacionados específicamente con el sexo para los derrames cerebrales en las mujeres incluyen la preeclampsia (presión arterial alta durante el embarazo)(sitio web en inglés), una edad más avanzada en la menopausia y el uso de terapia con estrógenos. Aunque las mujeres pueden tener placas de menor tamaño que los hombres, los estudios indican que los hombres experimentan hemorragias intraplaca (sangrado con la placa arterial) en mayor proporción, lo que puede aumentar el riesgo de derrames cerebrales.
  • Enfermedad arterial mesentérica y renal aterosclerótica: la investigación sobre las diferencias entre la enfermedad renal y la de las arterias mesentéricas (vasos sanguíneos que llevan la sangre de la aorta al tracto gastrointestinal) sigue siendo limitada. Los estudios han revelado que las mujeres tienen tres veces más probabilidades de sufrir isquemia mesentérica crónica (reducción del flujo sanguíneo) que los hombres. Los estudios también sugieren que los adultos negros con estenosis de la arteria renal (estrechamiento de los vasos sanguíneos que suministran sangre a los riñones) presentan tasas más elevadas de presión arterial alta grave o resistente.
  • Vasculitis: el desarrollo de la vasculitis, una enfermedad autoinmune que causa inflamación en los vasos sanguíneos, y las características clínicas varían mucho según el tipo. La arteritis de Takayasu es cinco veces más frecuente en las mujeres, y estas tienen 2-3 veces más probabilidades de desarrollar arteritis de células gigantes. Takayasu es más frecuente en mujeres jóvenes, de 15 a 30 años, mientras que la incidencia de arteritis de células gigantes es mayor entre las personas de 70 a 80 años. Además, la tasa de mortalidad de la arteritis de Takayasu es dos veces superior en las mujeres, y las mujeres con arteritis de células gigantes que reciben tratamientos solo con prednisona tienen cinco veces más probabilidades de enfrentarse a problemas de tratamiento en comparación con los hombres.

"La EVP provoca enfermedades y complicaciones de salud importantes. Sin embargo, las diferencias entre mujeres y hombres dificultan la obtención de resultados equitativos. Las diferencias identificadas en la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención eficaces subrayan la importancia de las estrategias de prevención y tratamiento adaptadas", afirmó Kim.

Brechas de conocimiento y necesidades futuras de investigación

Según la declaración, es necesario priorizar la investigación para ayudar a definir las diferencias en la EVP entre hombres y mujeres. La investigación futura, desde la investigación a nivel celular hasta los ensayos clínicos, debería incluir el sexo en su diseño e informes. Algunas sugerencias son:

  • Garantizar una representación adecuada de las mujeres en los ensayos clínicos: los ensayos deben incluir a más mujeres para permitir un análisis significativo de las diferencias específicas por sexo en la eficacia, seguridad y resultados del tratamiento. La inscripción debe reflejar la prevalencia de la enfermedad en las mujeres, a fin de garantizar una representación equilibrada.
  • Analizar los datos por sexo: la investigación y los ensayos clínicos deben incluir análisis para comprender mejor las diferencias por sexo en la respuesta a tratamientos e intervenciones.
  • Establecer estrategias de tratamiento óptimas para las mujeres: se necesitan nuevas investigaciones para determinar los umbrales óptimos de intervención en las mujeres, en función de su fisiología única y de las diferencias en la presentación de la enfermedad.

Además, la declaración también incluye sugerencias que pueden ayudar a mejorar el diagnóstico y el pronóstico a largo plazo de las mujeres con EVP:

  • Mejorar la formación de los médicos: los profesionales de la salud se beneficiarían de la formación para reconocer y abordar las diferencias específicas según el sexo en la EVP con el fin de mejorar los resultados.
  • Mejorar las estrategias de detección: los métodos y directrices de detección actuales suelen ser inadecuados para las mujeres y deben perfeccionarse para tener en cuenta los factores de riesgo específicos de cada sexo, las presentaciones atípicas y las diferencias en la progresión de la enfermedad.
  • Mejorar el acceso de las mujeres a los tratamientos recomendados por las directrices: abordar los obstáculos para garantizar que las mujeres tengan acceso a las terapias recomendadas por las directrices puede ayudar a mejorar los resultados para las mujeres.

Esta declaración científica fue preparada por el grupo de redacción voluntario en nombre del Consejo de Enfermedades Vasculares Periféricas de la American Heart Association; el Consejo de Enfermería Cardiovascular y de Derrames Cerebrales; el Consejo de Cardiología Clínica; el Consejo de Medicina Genómica y de Precisión; el Consejo de Calidad de la Atención e Investigación de Resultados; y el Consejo de Derrames Cerebrales. Las declaraciones científicas de la American Heart Association promueven una mayor conciencia sobre las enfermedades cardiovasculares y los derrames cerebrales, y ayudan a facilitar la toma de decisiones informadas sobre el cuidado de salud. Las declaraciones científicas describen lo que se sabe actualmente sobre un tema y en qué áreas se necesita más investigación. Si bien las declaraciones científicas informan el desarrollo de pautas, no hacen recomendaciones de tratamiento.Las pautas de la American Heart Association proporcionan las recomendaciones de práctica clínica oficiales de la Asociación.

Los coautores son la vicepresidenta Shipra Arya, M.D., S.M.; Yolanda Bryce, M.D.; Heather L. Gornik, M.D., M.H.S., FAHA; Chandler A. Long, M.D.; Mary M. McDermott, M.D., FAHA; Amy West Pollak, M.D., M.Sc., FAHA; Vincent Lopez Rowe, M.D.; Alexander E. Sullivan, M.D., M.S.C.I.; y Mary O. Whipple, Ph.D., R.N., P.H.N. Los datos públicos de los autores se encuentran en el artículo.

La Asociación recibe principalmente financiación de personas particulares. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian eventos y programas específicos de la Asociación. La asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico. Los ingresos de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud, así como la información financiera general de la Asociación, están disponibles aquí (sitio web en inglés).

Recursos adicionales (en inglés):

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